domingo, 27 de septiembre de 2015

Lupe - Capítulo 3

Al levantarme de mi sueño profundo me di cuenta que mis padres estaban en la playa con mi hermano. Me vestí y fui junto a ellos.
-Buen día. ¿Dormiste hija? – dijo papá riéndose
-Sí, ayer tuve insomnio y me dormí tarde –
- Se lavan las tazas ¿sabías? – dijo mi hermano, recordé que había dejado todo desordenado de anoche.
- Sí, perdón- dije y me acosté en la reposera a tomar sol.
Ninguna sospecha de mi familia,  me sentía más relajada. Me fui a la orilla del mar alejada de ellos, estaba pensando y de pronto se acercó mi hermano.
-¿Dónde estabas anoche Sol? – dijo y mi cara cambió completamente
-En el departamento ¿dónde voy a estar? – dije riendo
-Sol no soy tonto. Me desperté y no te ví, fui a la cocina y encontré la taza de té pero no estabas por ningún lado. Confía en mí, nadie se va a enterar – dijo abrazándome
-Esta bien, estaba desvelada y quise salir a caminar a la playa. No dije nada porque sé que a mamá y papá no les gusta que ande sola y les parece peligroso. No digas nada –
-Ay nena, tenes que tener cuidado. No te preocupes, no se van a enterar pero la próxima me decís a mi y vamos juntos – dijo riéndose
Pasó la tarde y mi familia volvió al departamento, yo me quedé porque amaba ver el atardecer en la playa. Estaba sentada en la orilla del mar, mirando el sol y sentí que alguien se sentaba a mi lado. Asustada lo miré, era un chico de mi edad, muy lindo, de cabello rubio y ojos marrones. Ninguno de los dos dijo nada, volví a mirar el sol.
Pasamos unos minutos mirando el sol, ninguno de los dos decía nada hasta que él habló
-Me llamo Tomás ¿vos? –
-Sol – dije estirándole la mano para saludarlo
- ¿Qué te trae por acá? –
-Algo de lo que más disfruto de estar en la playa es el atardecer- dije mirando el sol nuevamente
- No te veo con cara de estar disfrutando ¿pasa algo? – preguntó
-Sí, algo grave y estoy completamente sola – dije
- No estas sola, te puedo ayudar –
- Gracias pero es privado-
-Cuando necesites ayuda me decis – dijo
- Y ¿dónde te estás hospedando? – le pregunté
-  A dos cuadras de acá, un hotel llamado “Esplendor” – dijo señalándolo, cuando me ubiqué, logré darme cuenta que era el mismo hotel donde había dejado a Lupe la mañana de ese día.
- Y ¿vos? – preguntó
- A cuatro cuadras de ese hotel, es un complejo de departamentos – dije
- Ojalá nos veamos de nuevo. Mañana te espero en el mismo lugar – dijo yéndose
Nos despedimos y fui al hotel a ver a Lupe, por suerte me dejaron pasar a la habitación 2018 donde estaba ella con sus nuevos abuelos.
Apenas me vio entrar dio un salto y me abrazó como si me conociera desde siempre. Me sentí bien, me estaba encariñando con ella
-¿Cómo la pasaron? – les pregunté
-De maravilla, Lupe es un sol- respondió Alfredo
-Me llevaron a la playa y a tomar un helado. No sabes toda la ropa que me compraron – dijo la niña corriendo a buscar bolsas de ropa
- Muchas gracias, no sé como agradecer esto que están haciendo. En cuanto sepa algo de Lupe o le encuentre un hogar les prometo que-  dije al ser interrumpida
- Querida no te preocupes nosotros nos podemos hacer cargo de ella el tiempo necesario. Somos dos viejitos sin hijos ni nietos, una niña como ella nos viene de maravilla – dijo Beba
Estuve jugando con Lupe, me mostró su nueva ropa y la vi feliz. No sabía como seguir en este asunto, esta desorientada, no encontraba una respuesta.

Pensaba que el tiempo me daría todas las respuestas, que debía esperar y dejar que todo suceda cuando tenga que suceder. 

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