Al levantarme de mi sueño profundo me di cuenta que mis
padres estaban en la playa con mi hermano. Me vestí y fui junto a ellos.
-Buen día. ¿Dormiste hija? – dijo papá riéndose
-Sí, ayer tuve insomnio y me dormí tarde –
- Se lavan las tazas ¿sabías? – dijo mi hermano, recordé que
había dejado todo desordenado de anoche.
- Sí, perdón- dije y me acosté en la reposera a tomar sol.
Ninguna sospecha de mi familia, me sentía más relajada. Me fui a la orilla
del mar alejada de ellos, estaba pensando y de pronto se acercó mi hermano.
-¿Dónde estabas anoche Sol? – dijo y mi cara cambió
completamente
-En el departamento ¿dónde voy a estar? – dije riendo
-Sol no soy tonto. Me desperté y no te ví, fui a la cocina y
encontré la taza de té pero no estabas por ningún lado. Confía en mí, nadie se
va a enterar – dijo abrazándome
-Esta bien, estaba desvelada y quise salir a caminar a la
playa. No dije nada porque sé que a mamá y papá no les gusta que ande sola y
les parece peligroso. No digas nada –
-Ay nena, tenes que tener cuidado. No te preocupes, no se
van a enterar pero la próxima me decís a mi y vamos juntos – dijo riéndose
Pasó la tarde y mi familia volvió al departamento, yo me
quedé porque amaba ver el atardecer en la playa. Estaba sentada en la orilla
del mar, mirando el sol y sentí que alguien se sentaba a mi lado. Asustada lo
miré, era un chico de mi edad, muy lindo, de cabello rubio y ojos marrones.
Ninguno de los dos dijo nada, volví a mirar el sol.
Pasamos unos minutos mirando el sol, ninguno de los dos
decía nada hasta que él habló
-Me llamo Tomás ¿vos? –
-Sol – dije estirándole la mano para saludarlo
- ¿Qué te trae por acá? –
-Algo de lo que más disfruto de estar en la playa es el
atardecer- dije mirando el sol nuevamente
- No te veo con cara de estar disfrutando ¿pasa algo? –
preguntó
-Sí, algo grave y estoy completamente sola – dije
- No estas sola, te puedo ayudar –
- Gracias pero es privado-
-Cuando necesites ayuda me decis – dijo
- Y ¿dónde te estás hospedando? – le pregunté
- A dos cuadras de
acá, un hotel llamado “Esplendor” – dijo señalándolo, cuando me ubiqué, logré
darme cuenta que era el mismo hotel donde había dejado a Lupe la mañana de ese
día.
- Y ¿vos? – preguntó
- A cuatro cuadras de ese hotel, es un complejo de
departamentos – dije
- Ojalá nos veamos de nuevo. Mañana te espero en el mismo
lugar – dijo yéndose
Nos despedimos y fui al hotel a ver a Lupe, por suerte me
dejaron pasar a la habitación 2018 donde estaba ella con sus nuevos abuelos.
Apenas me vio entrar dio un salto y me abrazó como si me
conociera desde siempre. Me sentí bien, me estaba encariñando con ella
-¿Cómo la pasaron? – les pregunté
-De maravilla, Lupe es un sol- respondió Alfredo
-Me llevaron a la playa y a tomar un helado. No sabes toda
la ropa que me compraron – dijo la niña corriendo a buscar bolsas de ropa
- Muchas gracias, no sé como agradecer esto que están
haciendo. En cuanto sepa algo de Lupe o le encuentre un hogar les prometo
que- dije al ser interrumpida
- Querida no te preocupes nosotros nos podemos hacer cargo
de ella el tiempo necesario. Somos dos viejitos sin hijos ni nietos, una niña
como ella nos viene de maravilla – dijo Beba
Estuve jugando con Lupe, me mostró su nueva ropa y la vi
feliz. No sabía como seguir en este asunto, esta desorientada, no encontraba
una respuesta.
Pensaba que el tiempo me daría todas las respuestas, que
debía esperar y dejar que todo suceda cuando tenga que suceder.
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